LOS OBREROS DEL SEMÁFORO

No importa cuantas cenas de acción de gracias, navideñas o jeringuillas y condones se le lleven a los obreros del semáforo. 

Incluso, las rondas de café, chocolate, hot dogs y sándwiches en las madrugadas. Junto a las consabidas limpiezas de heridas y yagaretas.

Pienso que todo esto más bien lo que promueve es el continuismo de la droga adicción y el deambulismo, con el único propósito de fomentar una fábrica generatriz de fondos publicos, estatales, federales y de corporaciones privadas para enriquecer solapadamente a unos pocos. ¿Se acuerdan de Bety y "Unidos por Puerto Rico"? O algo así.

O, ¿es que los presidentes y directores de las "corporaciones sin fines de lucro" que se encargan de estos supuestos servicios no tienen gastos personales en sus hogares? ¿de que viven?. 

El 27 de septiembre de 2007 se legislo la Ley 130, conocida como La Carta de Derechos del Deambulante. Trece años han pasado y nuestros obreros del semáforo cada vez son más y más.

Ésta habla de albergue adecuado, tres comidas al día, suplementos nutricionales, adiestramientos para rehabilitarse, y regresar al mundo laboral, dirección postal gratuita, orientación para el manejo de sus finanzas, orientación legal gratuita y servicios de apoyo y recreativos en general y un paqueton de ilusiones más.

Me da risa todo esto de hasta dirección postal gratuita etc., parecería ésta larga Ley una sucursal del cielo en la tierra.

La misma en ningún momento habla del plan de trabajo para lograr que el deambulante, en su mayoria adictos logre salir de las calles y reciba este montón de utópicos beneficios.

Olvidemos por un momento al adicto y hagamonos las siguientes preguntas: ¿Desde Irma, María y los Terremotos, cuantos todavía no tienen un hogar seguro o viven bajo un toldo azul? ¿Cuantos viven en condiciones infrahumanas, como es el caso del famoso exlocutor de WKAQ radio, Roberto Montalvo?

Volvamos al tema que hoy nos atañe, si no se trabaja y se atiende efectivamente, la posibilidad de salir del deambulismo y la adicción de forma "one to one" es prácticamente imposible "minimizarlo'. Porque "acabarlo" es sencillamente sólo un sueño. 

Aceptemos de una vez y por todas que el narcotráfico y su economía subterránea ha demostrado haberle ganado la guerra al gobierno tanto estatal como gringo. 

De hecho, pa que usted salga de Bobolandia es el mismo gobierno el que lo promueve y usted no se da cuenta. Imagínese que mañana nos levantemos con las drogas legalizadas.

Según la Dra. Dora Nevarez-Muñiz casi el 90% de los confinados están allí por drogas o delitos relacionados a éstas. 

Entonces, si las legaliza el hipócrita gobierno ¿cuantos policias, guardias penales, agentes de la DEA, guardias de seguridad, jueces y montón de ramas más se quedarían sin empleo? Incluyendo las corporaciones sin fines de lucro. Pero esto es otro tema.

Si queremos verdaderamente atacar este problema, según le llevan las jeringuillas, hot dogs y el café o jugo en las frías o calurosas noches, es imprescindible que le llevemos los psicologos, psiquiatras y ayuda espiritual al lugar donde pernoctan.

Es muy difícil que el adicto llegue al psicólogo o al psiquiatra por cuenta propia, hay que ir y sentarse con ellos en su medioambiente y ofrecerle el servicio allí, mientras se le brinda ese chocolate o café con ese sándwich o hot gog, también se le va brindando la terapia psicologica, psiquiátrica y espiritual de forma individual.

El curarle las llagas es bien importante, pero sino les curamos las llagas del alma y de la mente, no habremos hecho nada. ¿Me equivoco?