EL CRIMEN EN PUERTO RICO...

 El Crimen En Puerto Rico
 Por Tato Swing (2013)

 Introducción:
              La labor principal del gobierno, ha sido hacerse de la vista larga desde que la Revolución Industrial no sólo trajo en los años cincuenta prosperidad a Puerto Rico sino también, trajo consigo la Revolución del Narcotráfico, responsable de que estemos viviendo de la forma que estamos viviendo en la “Isla del Encanto”. 

Antes de ambas revoluciones el boricua ahogaba sus penas con el clandestino pitorro. Gran parte de la población lo consumía incluyendo los funcionarios del gobierno que lo perseguían, pero realmente la preocupación del gobierno no era la salud física y mental de sus ciudadanos, sino más bien que no se beneficiaba económicamente de sus ganancias. 

Por otra parte, tampoco dicho líquido producía mucha criminalidad, pues aunque  existían uno que otro manufacturero a gran escala como siempre se ha comentado de la Familia Kennedy, lo cierto es que los ingredientes para elaborarlo estaban al alcance de todos en el campo.

Sólo había que conocer la formula para destilarlo, y se hacía al gusto y antojo de los consumidores. Al llegar la Revolución Industrial comienza el consumerismo, el apetito por adquirir bienes y todo lo nuevo y de última moda que se fabricaba. 

Trayendo por consiguiente la envidia. A esto tenemos que añadirle que nuestros soldados regresaron de la primera y segunda guerra mundial adictos a la morfina. 

Droga que el mismo gobierno americano le había colocado en sus mochilas desde antes de partir hacia las mismas, para contrarestar el dolor, de ser heridos en estas batallas. 

Fueron miles los puertorriqueños que debido a la escasez de la morfina luego de la guerra sustituyeron la misma por la heroína, droga derivada de la misma morfina y que fue bautizada con este nombre haciendo alusión a los héroes de las guerras.

En esos años también llego la Marihuana y luego fueron llegando las demás al paso del tiempo. Todos estos factores y la emigración de los hijos de los jibaros a San Juan tanto en busca de empleos en la manufactura como el pan de la enseñanza en la Universidad de Puerto Rico en adición a otros factores políticos, fueron poco a poco contribuyendo a lo que hoy conocemos como Desorganización Social uno de los principales componentes del comportamiento desviado y la construcción social del crimen. 

Otra de la teoría que se hace perfectamente presente dentro del escenario antes comentado es la de la Desviación Social. Obviamente, desde el punto de vista negativo. Ambas entre otras más, son las que le dan vida a lo que hoy en día conocemos como Criminalidad.

                    Criminalidad
El crimen es un problema social que nos afecta a todos y lo más triste es que todos de una forma u otra lejos de que en momentos dados probablemente hemos sido víctimas del mismo, hemos contribuido probablemente de forma inconsciente o consciente al desarrollo del mismo. 

Por dar uno que otro ejemplo, ¿Cuántos de nosotros en momentos dados hemos comprado mercancía robada?, ¿Cuántos hemos comprado un DVD o un CD pirateado?, ¿Cuánto dinero hemos dado en los semáforos creyendo que estamos ayudando a alguien con hambre?, ¿Cuántas veces nos hemos hecho de la vista larga en muchas situaciones? 

Y de los juegos clandestinos, las mentiritas a Hacienda y el pitorro ni hablar. Pero los que de alguna forma hemos estados envueltos en alguna que otra de estas actividades o situaciones jamás se nos pasa por la mente, que en un momento dado podríamos ser considerados como delincuentes y por consiguiente ser parte de esas teorías a las que se le llaman Desorganización Social y Desviación Social.

Las cuatro formas que nos señala Robert Merton de no conformidad con la cultura, sus normas y valores a las que él llama ritualismo, retraimiento, rebelión e innovación se validan día a día en nuestro Puerto Rico.  

En arroz y habichuelas no estamos hablando de otra cosa que no sea, la desintegración de las normas y roles de socialización normativa en las instituciones de la familia, la escuela, y la comunidad; el relajamiento de los valores tradicionales de buena convivencia tanto a nivel individual como colectivo; el urbanismo no planificado; el contenido violento, sexista y consumista de los medios de comunicación; niños y jóvenes criándose solos jugando juegos de extrema violencia en los “Play Station’s” y viendo programas de videos musicales que incitan al sexo y al crimen, o realengos sin supervisión alguna en las calles, violencia en el núcleo familiar y entre generaciones; falta de empleo y la accesibilidad 24/7 a armas y drogas.

La Innovación no ha tenido mejor momento para probarse y verse en todo su esplendor que los últimos años, meses y días tanto a nivel negativo como positivo. 

En el aspecto negativo vemos por ejemplo los sistemas de cultivos hidropónicos, donde dentro de hogares se cultiva la marihuana y peor aún, la que lleva por nombre Cripi considerada de alta calidad y con mucho mayor rendimiento económico por ser su precio de venta en el mercado mayor al de la marihuana tradicional.

En el aspecto “positivo” (porque realmente han fracasado en la lucha contra el crimen) vimos tan recientemente como unos pocos años atrás como la división del Swat en medio de un operativo utilizaba sus más recientes innovaciones, un “robot” y un “tanque”  parecido a los que se utilizan en la guerra aunque de mucho menor tamaño.

Se ve a simple vista como el crimen ha progresado en todas sus variantes y ramificaciones, producto de que la familia, la escuela, la policía, la legislatura, el sistema correccional y los medios de comunicación, se encuentran ahogados en una desviación y desorganización social sin precedentes, a tal extremo que los ciudadanos sienten aprehensión.

Y no hablemos del labelling o etiquetamiento. Podríamos estar horas haciendo referencia al etiquetamiento que son sometidos diariamente  muchos  de nuestros conciudadanos por diferentes situaciones, razones y motivos ya sean positivos o negativos. 

Lamentablemente esta teoría de Howard Becker se utiliza más en nuestro terruño etiquetando lo negativo que lo positivo.

¿O dígame si no es verdad que un residente de La Perla lleva las de perder en un Tribunal  de Justicia,  aun siendo inocente?, Como lo fue el  joven Jonathan Román Rivera que por varios años fue etiquetado como el asesino del canadiense en el Viejo San Juan y posteriormente condenado a cumplir 108 años del cárcel, probándose ocho meses después que era inocente.

Todavía recuerdo una tarde en el Centro Judicial de Hato Rey cuando  el Lcdo. Carmelo Dávila Torres se le acerco al fiscal M N C y le dijo “tu bien claro sabes y te consta, que Jonathan es inocente” y éste acto seguido le contesto “tu cliente es un infeliz de La Perla”. 

¿No es esto etiquetamiento? Lo mismo le ha sucedido a Pedro Rosselló a Anibal Acevedo Vilá y más recientemente le sucedió al senador Héctor Martínez por nombrar algunos.

 Hace unos años vivimos en nuestro querido Puerto Rico un clásico ejemplo donde la desorganización social, la desviación social y el etiquetamiento se entrelazan como las piezas de un rompe cabeza. Y me refiero al ya famoso video publicado en YouTube del residencial Arístides Chavier en Ponce. ¿O no es verdad que etiquetamos inmediatamente vimos en el video a los jovencitos? Como los futuros delincuentes del mañana.

En cuantas familias que se consideran “funcionales”  no se ha escuchado innumerables veces  etiquetando negativamente a sus hijos. Son muy pocas las que utilizan el etiquetamiento positivo en sus hijos, etiquetándolos como… “aquí  está el futuro abogado, ingeniero, médico o mecánico de la familia” aun cuando el hijo se muestra perezoso para continuar con sus estudios de escuela superior.

Y por si fuera poco otra de las instituciones que ha sucumbido en las tres teorías que he estado discutiendo es la iglesia. 
Pastores, sacerdotes, predicadores y líderes religiosos en general han caído profundamente en estas.

Dejando de ser ejemplos y líderes para los individuos y familias que en momentos dados, tal vez pudieron mediante el  bálsamo espiritual de estos  evitar o salir a tiempo de sus actividades delictivas. 

Religiosos de toda clase de títulos jerárquicos, que han caído en una desviación social positiva para unos y negativa para otros. Siendo estos etiquetados como líderes obreros y políticos que han sido la causa de que muchos de sus feligreses también abandonaran sus casas de congregación y oración. 

Para los despedidos es una desviación positiva y para un creyente en la política pública de Luis Fortuño o que le importe un pepino  los despidos, pues sus problemas son mucho más serios y más complejos, es una desviación negativa.

No es un secreto que en Puerto Rico, los planes  gubernamentales de despidos de servidores públicos en adición a los despidos en el sector privado y los arrestos de Alex Trujillo y Ángel Ayala (Ángelo Millones) complicará  aún  más la actividad criminal actual, debido a la lucha por el control de los puntos y la supervivencia familiar.

Tampoco es otro secreto que nuestros  jóvenes se inician en este mundo del crimen cada vez más temprano, entre los 13 y 15 años, siendo los de 15 a 16 años los más activos. 

No cabe la menor duda de que se ha fracasado en la prevención de parte de las instituciones de socialización normativa.

Veamos él siguiente perfil de menores reincidentes con tres o más arrestos como adultos, aunque no están hasta el presente, pero nos da una idea de cómo estaban las cosas hasta el 2001. ¡Imaginemos como deben haber cambiado muchos de estos números hoy en día!

100% Asistió a la Escuela Pública
96% Usuario de Drogas
95% Residió en Zona de Alto Riesgo
82% Divorcio/Separación o Abandono por Padres
60% Desertor Escolar
55% Asistencia Pública, Fuente de Principal Ingresos
46% La Madre fue la Principal Figura de Autoridad
32% Violencia Conyugal
23% Maltrato como Menor
18% El Padre fue la Principal Figura de Autoridad
Referencia:
“Tapando el Cielo con la Mano” – Dra. Dora Nevares- Muñiz ( 2001)

Como se puede apreciar en el perfil anterior la raíz de la Criminalidad comienza en el hogar, aunque éste no refleja nada acerca del joven que estudia en escuelas privadas por que durante el período de tiempo que se tabularon estas estadísticas no figuró ninguna, no vaya a pensar usted que el ser estudiante de escuela privada es un antídoto contra la Criminalidad en la juventud. 

Yo soy producto de la escuela privada y actualmente mi hija también y existen los mismos problemas sociales, “quizás con un poquito más de cache”. Sin embargo durante mis 65 años de vida he visto muchos más profesionales de éxito de la escuela pública que de las privadas.

Mientras la Institución Familiar no tome medidas correctivas de modificaciones de conducta y se organice socialmente, continuaremos criando un futuro de violencia, drogas, crimen, maltrato, deserción escolar, divorcio, abandono, etc; ¿Cómo queremos que no haya violencia?, si lo que nuestros niños ven es violencia en diferentes tipos de manifestaciones en el seno del hogar. 

Cada día lo que se tira a la calle, son jóvenes a los que yo llamo bombas de tiempo, ya que con el más pequeño estimulo, reaccionan violentamente.

Si tenemos el diagnóstico del crimen en Puerto Rico y la ciencia nos revela las maneras efectivas de intervenir con la situación, lo que procede es que apliquemos aquellos programas y medidas que sabemos que funcionan para resolver el problema. 

La Dra. Nevares-Muñiz  en su libro hace referencia a varios programas de prevención de delincuencia y de intervención con personas en riesgo de caer en el crimen que han sido evaluados científicamente en Puerto Rico y en los Estados Unidos y han demostrado que son efectivos.

También nos dice que una sociedad que se concentre en el desarrollo de la niñez y de la juventud, cuidado de salud y alimentación adecuada, educación preescolar hasta vocacional o universitaria, apoyo a la familia, apoyo a las artes, los deportes y la cultura, y que propicie el desarrollo de las comunidades y su gente, contribuirá significativamente a prevenir la delincuencia.

El proceso de educar a un niño comienza desde que nace. Investigaciones científicas han demostrado que la calidad y el tipo de atención que se le dé a un niño en sus primeros años de desarrollo, determina la forma en que se dan las conexiones en el cerebro que luego constituirán la base de su desarrollo futuro, social, emocional e intelectual. 

Cuando analizo esta teoría de la Dra. Nevares se me viene a la mente el Sr. Sigmund Freud y sus teorías. Teorías que fueron analizadas tambien por la Dra. María S. Muñoz y con las que concuerdo mucho porque me parecen muy lógicas.

Ahora bien, que tengamos a nuestra disposición todo ese caudal de estudios e información a la mano, no significa que yo crea firmemente que esta fantasía educativa se vaya a producir y mucho menos a implementar en Puerto Rico. 

Los números lo único que revelan son aumentos en todas las áreas relacionadas al crimen. Desafortunadamente no tengo fe en nuestro sistema gubernamental, y por lo que he podido apreciar, la distinguida profesora la Dra. María S. Muñoz Berrios concuerda también conmigo.  

Al gobierno no le interesa y mucho menos le es negocio acabar con la criminalidad. El acabar con el crimen des balancea la sociedad y le causaría por consiguiente mayores problemas al gobierno, empezando por los económicos.

La criminalidad es una de las mejores campañas publicitarias que un gobernante puede tener, entre otros beneficios.

Utilizando su principal herramienta de trabajo “la intervención” o “mano dura” le vende sueños al pueblo de que su gobierno ésta metiendo mano. Pero lamentablemente no ha probado ser efectiva. 

Incluso este libro de la Dra. Nevares, nos muestra en su carnaval de estudios y estadísticas como aún en residenciales públicos donde se utilizó y se mantuvo por meses la Guardia Nacional, el punto de drogas siguió operando igual, los policías y los nacionales estaban más pendientes a las chicas del caserío, que al punto.

Como un dato curioso y aunque es una percepción completamente muy personal, después que los nacionales y los policías comenzaron a tomar posesión de los residenciales públicos fue que se empezó a ver una plaga de éstos dándole escolta a delincuentes que transportaban drogas de un punto a otro. 

Me pongo a pensar que durante estas intervenciones fue que iniciaron estas relaciones con delincuentes, mientras se encontraban dentro de estos residenciales trabajando.

Los intereses personales de los políticos y los nuevos problemas que le causaría al gobierno un Puerto Rico sin crimen serían muy serios.
Imaginémonos que mañana por la mañana no hubiera que robar, asaltar o matar para capear heroína, crack, cocaína, etc., porque con un simple salario de $7.25 la hora se pudieran mantener vicios como estos.

Cuantos Volvos, BMW, Lexus, Mercedes, Mansiones, Villas, Lanchas, Etc.; comenzarían a re poseer los bancos. ¿Qué sería de Plaza las Américas?, Bendito y, ¿qué sería de nuestros policías?, con una reducción de un 85% de Criminalidad (porciento basado en el dato que él 85% de los confinados están allí por casos de drogas o relacionados con estas), ¿Cuantos de estos policías se quedarían sin trabajo?, Y ¿Los casinos, el hipódromo, la loto y la tradicional que tanto dinero lavan? 

WOW, ¡Que catástrofe! Y los Ilustres Próceres Puertorriqueños de nuestra Casa de las Ex Dietas (legislatura), ¿con que pagarían sus campañas? 

La realidad es que si todavía no nos  hemos podido adaptar y entender, que el crimen ya es parte de nuestra cultura, se nos ha hecho tarde.

Lamentablemente se me hace extremadamente difícil tanto a corto como a largo plazo pensar y mucho menos creer que la Desorganización Social que se vive en muchas de las áreas de la vida puertorriqueña, pueda convertirse en una Organización Social. 

Por otra parte continuaremos viendo por mucho tiempo más Desviación Social negativa que positiva, pues los indicadores y estadísticas del mismo gobierno así lo confirman. Y del Etiquetamiento ni hablar, pues yo comparo este con el chisme en Puerto Rico. 

Aquí inmediatamente se arresta a alguien y TODOS tenemos la tendencia en nuestras mentes a declararlo culpable y a olvidarnos de la Regla 110 de Procedimiento Criminal que dice que “Nadie será declarado culpable hasta que no se le pruebe su delito más allá de la duda razonable” En este país nos pasamos día a día etiquetando a nuestros conciudadanos negativamente, es muy raro ver etiquetamientos positivos. Pero como dijo uno de los grandes filósofos de esta era “Such is Life”.

Referencia Consultada:
 “Tapando el Cielo con la Mano” – Dra. Dora Nevares- Muñiz ( 2001) 

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