CAMBIEMOS LOS BARROTES POR DOCTORADOS...
No nos debe de caber la menor duda que la Rehabilitación y Corrección de los confinados ha sido un monumental fracaso en Agueybanalandia.
Llevamos más de 200 años encerrando seres humanos en jaulas como si fueran animales. ¿Y que se ha logrado? ¡Nada! Cada día el crimen aumenta más y más.
Las cárceles y mucho menos la "pena de muerte" han demostrado ser un disuasivo para el mismo. La impunidad no hay duda que ha superado todas y cada una de las correctivas expectativas del Estado y la Iglesia.
Yo le propongo una vez más al Depto. de Corrección y Rehabilitación de Puerto Rico que desarrolle un programa que se llame "Cambiando Barrotes Por Doctorados". (Concebido originalmente en el 2011 y hecho público por primera vez en Facebook en el 2015)
De hecho, lo concebi, trabajé y escribí mientras hacía mi Maestría en Justicia Criminal, Criminología e Investigación en la Universidad del Este, hoy conocida como el Sistema Universitario Ana G. Méndez. Y hoy se lo vuelvo a poner a la disposición al susodicho Departamento, al Gobierno y a la Academia.
Ofrezcamos a un confinado(a) la oportunidad de cambiarle sus años de condena por un bachillerato, maestría o un doctorado, según sea el caso y sus años de condena.
Yo le puedo casi garantizar que tan pronto como en el primer año de Universidad, la forma de ser y de pensar de ese confinado(a) comienza a cambiar desde el mismísimo momento que tome la clase de Psicología 101.
Yo estoy dispuesto a trabajar hasta de gratis para Corrección en el desarrollo de un proyecto experimental. ¿Cómo ustedes se atreven a decir que pueden rehabilitar un condenado(a) a cadena perpetúa o a los que tienen una sentencia mayor?
Incluso, en éste momento me encuentro trabajando en la idea de una Fundación donde la misma sea la que le costee todos los gastos de estudios desde el dia 1 al confinado(a) que decida "voluntariamente" cambiar sus barrotes por la educación.
De ésta forma el Gobierno de Puerto Rico sólo se comprometeria a abrirle las puertas de la jaula al confinado(a) que le presenté su diploma y a limpiarle su récord de buena conducta.
De hecho, las puertas que ya he tocado de profesionales de la conducta humana para solicitarle su opinión y ayuda en la propuesta de la Fundación, han quedado más que encantados con el Proyecto y la idea en su fondo.
Desde mi óptica, el propio nombre que lleva el Departamento es una sarcástica mofa al Derecho que tiene una persona a una segunda oportunidad que por cosas de la vida, el destino y la desigualdad económica y social ha cometido un delito o delitos graves.
¿Se imaginan ustedes con la carencia que tiene la isla de profesionales, cuantos podríamos generar y rescatar con éste Proyecto que eventualmente se quedaran sirviendole al islote?
Lo trillones y trillones de dolares que en más de 200 años se han invertido tratando de minimizar el crimen y maximizar la Rehabilitación han sido completamente botados a la basura.
Los mismos sólo han servido para generar astronómicas fuentes de empleos en agencias de Ley y Orden e Instituciones privadas que comercializan y se enriquecen cada vez más con servicios de todos los colores y sabores al extenso mundo de la hipócrita Justicia y Rehabilitación Correccional.
Llevo ocho 8 años insistiendo que el sistema correccional tanto de Estados Unidos como el de Puerto Rico han fracasado.
Llevamos más de 200 años encerrando seres humanos en jaulas como si fueran animales. ¿Y que se ha logrado? ¡Nada! Cada día el crimen aumenta más y más.
Las cárceles y mucho menos la "pena de muerte" han demostrado ser un disuasivo para el mismo. La impunidad no hay duda que ha superado todas y cada una de las correctivas expectativas del Estado y la Iglesia.
Yo le propongo una vez más al Depto. de Corrección y Rehabilitación de Puerto Rico que desarrolle un programa que se llame "Cambiando Barrotes Por Doctorados". (Concebido originalmente en el 2011 y hecho público por primera vez en Facebook en el 2015)
De hecho, lo concebi, trabajé y escribí mientras hacía mi Maestría en Justicia Criminal, Criminología e Investigación en la Universidad del Este, hoy conocida como el Sistema Universitario Ana G. Méndez. Y hoy se lo vuelvo a poner a la disposición al susodicho Departamento, al Gobierno y a la Academia.
Ofrezcamos a un confinado(a) la oportunidad de cambiarle sus años de condena por un bachillerato, maestría o un doctorado, según sea el caso y sus años de condena.
Yo le puedo casi garantizar que tan pronto como en el primer año de Universidad, la forma de ser y de pensar de ese confinado(a) comienza a cambiar desde el mismísimo momento que tome la clase de Psicología 101.
Yo estoy dispuesto a trabajar hasta de gratis para Corrección en el desarrollo de un proyecto experimental. ¿Cómo ustedes se atreven a decir que pueden rehabilitar un condenado(a) a cadena perpetúa o a los que tienen una sentencia mayor?
Incluso, en éste momento me encuentro trabajando en la idea de una Fundación donde la misma sea la que le costee todos los gastos de estudios desde el dia 1 al confinado(a) que decida "voluntariamente" cambiar sus barrotes por la educación.
De ésta forma el Gobierno de Puerto Rico sólo se comprometeria a abrirle las puertas de la jaula al confinado(a) que le presenté su diploma y a limpiarle su récord de buena conducta.
De hecho, las puertas que ya he tocado de profesionales de la conducta humana para solicitarle su opinión y ayuda en la propuesta de la Fundación, han quedado más que encantados con el Proyecto y la idea en su fondo.
Desde mi óptica, el propio nombre que lleva el Departamento es una sarcástica mofa al Derecho que tiene una persona a una segunda oportunidad que por cosas de la vida, el destino y la desigualdad económica y social ha cometido un delito o delitos graves.
¿Se imaginan ustedes con la carencia que tiene la isla de profesionales, cuantos podríamos generar y rescatar con éste Proyecto que eventualmente se quedaran sirviendole al islote?
Lo trillones y trillones de dolares que en más de 200 años se han invertido tratando de minimizar el crimen y maximizar la Rehabilitación han sido completamente botados a la basura.
Los mismos sólo han servido para generar astronómicas fuentes de empleos en agencias de Ley y Orden e Instituciones privadas que comercializan y se enriquecen cada vez más con servicios de todos los colores y sabores al extenso mundo de la hipócrita Justicia y Rehabilitación Correccional.
¡Por Favor, No Más Barrotes, Tratemos La Educación! ¿No Creen Que Es El Momento y La Hora De Reinventarse y Darle Cierta Tranquilidad A La Ciudadanía?
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